Cómic mamíferos mexicanos en peligro de extinción
miércoles, 20 de abril de 2016
sábado, 16 de abril de 2016
Lectura y elaboración de textos académicos
Mamíferos Mexicanos en Peligro de
Extinción
Autores: Amelia Villalpando M.A.
y Yáñez López M.L.
Alumno: Verónica Cruz Hernández
Revista Digital Universitaria
Introducción
Desafortunadamente,
al comenzar el siglo XXI la mayoría de las especies mexicanas de mamíferos
pueden considerarse en peligro de extinción, amenazadas o al menos con
problemas de conservación. Esto se debe a la gran devastación que hemos hecho
de bosques, selvas, desiertos, arroyos, playas, mares, etcétera, en los que,
aún sin intención, hemos destruido los hábitats de un gran número de especies.
La Norma
oficial mexicana (NOM-059-2001-SEMARNAT) proporciona una lista de 295 especies
y subespecies de mamíferos en alguna categoría de riesgo. Cervantes et al.
(2003) menciona 450 especies de mamíferos terrestres, y Ceballos y Oliva
(2005) reportan 525 especies, reconociendo 230 especies mexicanas en
riesgo. Cualquiera de los datos que tomemos nos dice que aproximadamente la
mitad de las especies de mamíferos mexicanos tienen algún tipo de amenaza para
su conservación. Esto es sumamente grave, ya que de no darse un cambio en las
estrategias de desarrollo, toda esta riqueza se podría perder en muy poco
tiempo.
Desde
edentados como los armadillos, hasta cetáceos (ballenas), México es rico en
masto fauna. Si bien por número de especies destacan los roedores (ratones) y
quirópteros (murciélagos), en nuestro territorio habita una gran diversidad de
animales que toman leche al nacer.
Grupos particulares
La gran mayoría de mamíferos
(roedores, quirópteros, pequeños carnívoros, etcétera) ven en la destrucción de
su hábitat la principal causa de su desaparición; sin embargo, es importante
destacar dos grupos, que no son los más numerosos pero sí importantes por las
interacciones que tienen con el ser humano y la poca atención que se les ha prestado en sus
problemáticas de conservación: los mamíferos marinos y los grandes carnívoros.
Mamíferos marinos
En nuestro país están
presentes prácticamente todas las familias de cetáceos, excepto los delfines de
río como el del Amazonas, la súper familia Platanistoidea; la beluga y el
narval, Monodontidae, y la ballena franca enana, la única de la familia
Neobalaenidae.
En cuanto a los pinnípedos,
de las tres familias sólo falta la de las morsas, Odobenidae. Sin embargo, es
interesante notar que la costa occidental de Baja California fue escenario para
la evolución de las morsas, pues allí se han encontrado fósiles de estos
organismos.
En la familia Balanopteride
(verdaderas ballenas) la NOM reconoce 7 especies, 6 de las cuales están bajo el
régimen de protección especial y una en peligro; 18 miembros de la familia
Delphnidae (delfines y orcas); 2 de la familia Keogidae (Cachalotes); 2 de la
familia Phocoenidae (marsopas), entre ellas la vaquita marina, y, finalmente, 5
de la familia Zifinidae (ballenas picudas). Prácticamente todas estas familias
están bajo protección especial, porque la gran mayoría de las especies de
cetáceos usan las aguas mexicanas como lugar de procreación. Casi todas las
especies, además, han sufrido cacerías intensivas, en su mayoría fuera de las
aguas mexicanas y tienen bajas tasas reproductivas. Estos estatus de protección
corresponden frecuentemente a acuerdos internacionales. Un caso especial son
los delfines y las marsopas, como la vaquita marina, frecuentemente atrapados
en redes de pescadores en las que perecen por asfixia.
Los pinnípedos (focas y
lobos marinos), que habitan sobre todo en las costas de la península de Baja
california, ven afectadas sus poblaciones por diferentes causas, como son la
destrucción de sus hábitats, pues muchas de las playas se están transformado
rápidamente en destinos turísticos.
Los grandes carnívoros
México presenta una gama de
carnívoros dentro de su mastofauna nativa. Tenemos varios representantes de los
carnívoros, los cuales podemos dividir, arbitrariamente, en dos grupos: los
pequeños carnívoros, dentro de los que encontramos a los zorrillos, las
comadrejas, los cacomixtles, etcétera. Éstos se encuentran en peligro de
extinción, principalmente por la destrucción de su hábitat, o bien por la caza
directa; sin embargo, en la mayoría de los casos estos animales tienen tasas de
reproducción relativamente altas, que les permiten sobrevivir aún en zonas con
alta presión humana, en pequeñas áreas naturales. Estos micro-carnívoros
consumen en su mayoría insectos, aves, reptiles o algunos mamíferos de menor
tamaño. Cuando llegan a tener interacción con el hombre, normalmente es porque
consumen huevos, gallinas o pollos, ocasionando pérdidas económicas a los
campesinos de escasos recursos económicos, aunque el daño no es importante en
términos económicos.
Felinos
De los seis felinos
silvestres (Cervantes et al. 2003) que habitan el territorio nacional, el más
conocido es el Jaguar. Esta especie de origen tropical ha sido reconocida como
el más poderoso de los depredadores, de ahí que los antiguos pueblos mesoamericanos
dieran gran importancia a su presencia. Este bello animal se distribuía en
todas las zonas tropicales de México. Aunque actualmente se ha encontrado en
todo el sureste, principalmente en Chiapas, Quintana Roo y Tabasco, se le ha
localizado en estados del norte como Sinaloa, mientras que en el Golfo se han
reportado jaguares casi hasta la frontera con Estados Unidos y es posible que
entren en ese país.
Como en el caso de muchos
otros felinos, no se conoce realmente la situación real del estado de conservación
de esta especie, entre otras causas porque, como todos los felinos americanos,
es solitario y tiene hábitos nocturnos, además de ser sigiloso por naturaleza.
Gracias a esto prácticamente se conocen los ejemplares que interactúan con el
hombre, desgraciadamente casi siempre de manera negativa. Si bien el jaguar fue
cazado extensivamente por su piel, las fuertes regulaciones tanto nacionales
como internacionales, acerca del comercio de pieles, han tenido un impacto
positivo en la disminución de la caza furtiva. Sin embargo, la cacería ilegal
aún se presenta pretextando la depredación que causan o pueden causar sobre el
ganado.
El Puma es un felino que
habita en los bosques del norte del país, de donde es originario, y ha migrado
hasta el sur del continente. Siendo la única especie, la falta de hábitat ha
hecho que las pequeñas poblaciones que aún existen emigren hacia hábitats más
tropicales. Su situación es quizá más desconocida que la del Jaguar. Es la
única especie de los felinos que no aparece en la norma oficial bajo ninguna
condición de riesgo.
De los pequeños félidos el
jaguarundi es la especie que se encuentra en mayor peligro de extinción.
Los dos pequeños gatos
manchados: el magray y el ocelote, están en la característica de en peligro.
Estos animales, que no rebasan los10 kg de peso, viven en las zonas selváticas,
desde el sur del país hasta Sudamérica. Son perseguidos por sus pieles, aunque,
como en el caso del jaguar, este comercio ha disminuido.
El lince o gato montés no
aparece en la lista de la Norma oficial Mexicana. Su presencia en México suele
ser confundida con los gatos ferales, gatos domésticos que por su tamaño y
coloración abandonan el entorno humano para convertirse en silvestres. De ahí
que existan pocos reportes sobre la especie, a pesar de no encontrarse
“oficialmente” en peligro. Debido a la disminución de su hábitat natural y la
presencia misma de gatos domésticos con los que esta especie puede
entrecruzarse, en algún momento puede desaparecer.
Osos
Otro grupo importante de
grandes carnívoros es el de los osos. En México alguna vez habitaron las dos
especies de grandes Ursidos Americanos: el Grisli y el Oso Negro. El
primero aparece en la NOM-059 con el estatus de extirpado del medio natural. En
México no se conoce la presencia de esta especie desde los años sesenta del
siglo XX (animales extinción. es). La subespecie que habitaba en nuestro país
era el Ursos arctos nelsoni, cuyas descripciones indican que era enorme, pues
alcanzaba hasta 1.90 m de alto, parado en dos patas, y más de 300 kg de
peso.
La principal razón de su
desaparición fue la cacería indiscriminada, aunada a su bajo potencial
reproductivo. Por ser un carnívoro cazador se le atribuyó la destrucción de
ganado den el norte de México.
La especie que se mantiene
en México es el Oso Negro. También es carnívoro y se sabe que puede cazar y
depredar ganado. La mayoría de sus hábitos alimenticios incluyen bayas, frutos
y varios vegetales, por lo que es percibido como una amenaza menor para la
población humana.
Cánidos
La familia de los cánidos es
la tercera de los grandes depredadores. Reconocen cuatro especies de esta
familia: el coyote y la zorra gris no están considerados en peligro por la
NOM-059-2001. Son especies muy adaptables y esquivas, con altos potenciales
reproductivos y omnívoros, por lo que pueden comer prácticamente lo que sea.
Dos especies más de la familia cánide sí aparecen en la Norma: La zorra del
desierto, de la cual se reportan 6 subespecies, todas bajo el criterio de
amenazadas. Su distribución reducida, tamaño pequeño y hábitat específico,
hacen que esta especie esté en peligro de extinción. El lobo mexicano es el
último de los grandes carnívoros que está considerado por la NOM-059 como
extirpado del medio natural. Los últimos ejemplares de que se tenga evidencia
científica, fueron capturados a finales de la década de los setenta en Durango
y Chihuahua. Desde entonces los escasos reportes de aullidos o avistamientos no
han podido ser comprobados.
El lobo, como ninguna otra
especie de mamífero, fue perseguido, cazado, envenenado y exterminado en
México, principalmente por la depredación que causó está muy adaptable especie
sobre el ganado ovino, vacuno y caballar, además de ser la causante, como se le
atribuyó, de la diseminación de la rabia entre los perros domésticos (González
et al. 2004). Los esfuerzos por su recuperación se vuelven todavía más
importantes ante el cambio de actitud para reconocer que su desaparición, como
la de cualquier otra especie, es una pérdida irremediable, mientras que los
programas para recuperar ésta se hacen necesarios.
El ejemplo del lobo mexicano
puede ser seguido para otras especies como el oso y el jaguar, que si bien sus
poblaciones no se han reducido tanto como las del lobo, sí han visto mermadas
las áreas en las que antes era común observarlos.
Conclusiones
Debido a lo complicada que
es la conservación de los mamíferos en México, el incremento en la población
humana, y la destrucción intensiva de las zonas naturales, en gran medida por
problemas de corrupción y la falta de compromiso con la naturaleza, se reducen
cada vez más los hábitats en que viven los mamíferos silvestres. Si bien el
cambio de actitud mostrado por algunas autoridades y la existencia de leyes
cada vez más estrictas, permiten albergar la esperanza de que muchas de las
especies encontrarán refugio para estar a salvo y sobrevivir, es claro que
solamente a través de la educación ambiental de la población, el ecoturismo, y
los aprovechamientos sostenibles, se encontrarán estos sitios de manera más
sencilla.
Los mamíferos siempre serán
una parte importante en la ecología de los ecosistemas que habitan, pero por su
cercanía biológica con el ser humano también serán un importante atractivo para
fomentar actividades de interés ambiental, basadas en la observación, la
escucha y la interacción con estos animales.
· ¿Por qué elegí este tema?
Me pareció interesante el
tema de los animales en peligro de extinción, siempre he tenido un interés en
general hacia los animales y me parece importante dar a conocer la problemática
que estos y su hábitat sufren día con día para tomar conciencia y cuidar
nuestro planeta porque también ellos habitan en él y a causa de tanta
destrucción estamos acabando con muchas especies y poco a poco, también con la
nuestra.
· ¿De dónde partí para comenzar a
escribir?
De la introducción del tema,
leí previamente el texto para comprenderlo mejor y así tener una idea general
del mismo.
sábado, 9 de abril de 2016
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